El descubrimiento de Cnosos
EL DESCUBRIMIENTO DE CNOSOS: EL FABULOSO PALACIO DEL MINOTAURO
LAS EXCAVACIONES DEL ARQUEÓLOGO BRITÁNICO ARTHUR EVANS EN CNOSOS DIERON A CONOCER LA CULTURA DE LA CRETA MINOICA
A finales del siglo XIX se sabía que a lo largo del II milenio a. C. la isla de Creta había acogido un poderoso reino. Su rey Minos aparecía relacionado con numerosas leyendas, entre ellas la del Minotauro, el monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre encerrado en un laberinto, al que el héroe ateniense Teseo logró matar. Pero no quedaba a la vista ningún resto de aquel espléndido reino y había quien pensaba que se trataba tan sólo de un mito inventado por los bgriegos. Hasta que los arqueólogos se lanzaron a la búsqueda del legendario palacio de Cnosos, sede del poderío comercial y político de Creta.
El arqueólogo aficionado y aventurero alemán Heinrich Schliemann, después de sus famosos descubrimientos en Troya y Micenas, fue el primero en probar suerte. En 1894 intentó adquirir los terrenos donde los trabajos previos del arqueólogo Minos Kalokairinos indicaban que podía hallarse el palacio de Cnosos. Sin embargo, su operación fracasó. En 1900, con la liberación de Creta del dominio turco, Arthur Evans, un brillante arqueólogo inglés, se hizo cargo de las excavaciones y su nombre se unió para siempre con el del palacio de Cnosos. Y con ello Evans dio consistencia histórica a las leyendas sobre el laberinto y el Minotauro.
EMERGE EL GRAN PALACIO
Evans se había formado en varias universidades y había destacado ya con sus trabajos anteriores sobre los sellos minoicos. Decidido a emprender las excavaciones del palacio de Cnosos, compró las tierras en cuestión e hizo edificar, junto al yacimiento arqueológico, un palacete que fue su base de operaciones. Enseguida, gracias a un trabajo constante y minucioso, fueron saliendo a la luz hallazgos novedosos que conmocionaron a la arqueología y la filología clásicas europeas. En poco más de dos años excavó una enorme extensión de terreno que le permitió sacar a la luz el laberíntico palacio de Cnosos y sus alrededores: la sala del trono, el patio central, la gran escalinata, los almacenes, las cámaras de los miembros de la corte, el Pequeño Palacio y la Vía Real. Se descubría, así, un tesoro inmenso de estancias, vasijas y murales coloridos. También aparecía un gran número de tablillas de barro, más de 3.000, con inscripciones en la antigua escritura minoica, hasta entonces desconocida y todavía sin descifrar: se trataba del silabario Lineal A.
El mundo que se desvelaba ante los ojos de la arqueología era primero minoico y, después, micénico. Se desarrolló entre los siglos XVIII y XII a. C., y estaba caracterizado por palacios que eran los centros de la vida política, administrativa y religiosa. Se cree que desastres naturales como la gran explosión del volcán de la cercana isla de Tera provocaron, en torno al siglo XV a. C., la ruina de los centros palaciales minoicos, facilitando la entrada de los micénicos. El dominio de éstos últimos acabaría uno o dos siglos después.
UNA CULTURA REFINADA
Los trabajos de Evans fueron interrumpidos durante la primera guerra mundial y se reanudaron desde 1922 hasta 1932. Sus resultados se recogieron en una monumental obra, El palacio de Minos en Cnosos. Fue mérito de Evan clasificar los datos sobre la civilización minoica que habían recopilado arqueólogos anteriores, entre ellos el propio Schliemann. Evans demostró que, antes del poderío micénico, había existido una civilización propiamente cretense, a la que relacionó las leyendas del laberinto, Minos y el Minotauro que, siglos después, formarían parte de los mitos de los antiguos griegos.
Sus estudios sobre la cultura cretense dibujaban una sociedad refinada y rica que rendía culto al toro y que, sin necesidad de construir murallas para protegerse, tenía un dominio comercial absoluto sobre el Mediterráneo. Y aunque su intuición e interpretaciones fueron acertadas en muchos aspectos, otras de sus actuaciones resultaron polémicas. Así, la reconstrucción que realizó del palacio de Cnosos fue muy criticada; se dice que muchos de los elementos del edificio que hoy puede visitarse fueron levantados sin base arqueológica alguna. Los materiales usados - vigas de hierro, cemento y madera del Tirol- también provocaron muchas críticas, aunque sirvieron para evitar que el edificio sufriera grandes daños en el terremoto que sufrió Creta en 1926.
LOS CONTINUADORES En reconocimiento a sus destacadas investigaciones arqueológicas, Evans recibió el título honorífico de caballero del Imperio Británico en 1911. Su trabajo sentó las bases imprescindibles para el estudio de la Creta minoica. Algunas de las tabillas cretenses que descubrió, en escritura Lineal B, no fueron descifradas hasta 1956, gracias sobre todo a un ingeniero inglés, Michael Ventris. Desde entonces, tanto los estudios sobre la civilización micénica como los de la cretense han avanzado notablemente, pero no debemos olvidar nunca la deuda contraída con el gran Arthur Evans, cuyos hallazgos revolucionaron el estudio de la Antigüedad griega y, en general, de toda la historia del Oriente mediterráneo.
1.- En el texto aparecen nombrados dos tipos de escritura descubiertos en las excavaciones. Identifica sus nombres y añade si son inteligibles.
2.- Arthur Evans revolucionó el estudio de la Antigüedad griega redefiniendo las primeras épocas de la historia griega. Responde a estas tres cuestiones (es importante que expreses los conceptos ordenadamente):
a) ¿Cuáles son esas civilizaciones y sus fechas?
b) ¿Qué acontecimiento natural ayudó a la decadencia de una para la aparición de la otra? ¿Cuándo tuvo lugar este hecho?
3.- Tras su trabajo A. Evans demostró que
a) la historia del Minotauro tenía mucho de verdad: de hecho encontró el famoso laberinto
b) la historia del Minotauro, el laberinto y Minos era una leyenda griega muy importante
c) existió un reino y una civilización muy rica en Creta: la minoica
d) los arqueólogos anteriores, Schliemann incluido, no sabían nada de Creta
4.- Enumera tres características principales del mundo que descubrió A. Evans
5.- En el texto se menciona muchas veces la historia del Minotauro relacionada con los trabajos de Evans. Escribe, al menos, dos razones que lo justifiquen
6.- Parece ser que los que se dedicaban a la arqueología a principios del siglo XX no cumplían los requisitos o procedían igual que en la arqueología actual. ¿Qué diferencias destacarías entre aquel tiempo y el actual?
7.- A continuación de este texto, en el mismo número de la revista National Geografic Historia, aparece un artículo titulado: “El toro: un elemento presente en las culturas del Mediterráneo”. ¿Puedes adelantar algo de lo que se hablará en ese artículo? Enumera, al menos, dos circunstancias, hechos o costumbres relacionados con el toro en las culturas mediterráneas.
8.- Una compañera de 4º de ESO, tras leer el texto, dijo que el trabajo de A. Evans no debiera ser tan admirado “ya que la reconstrucción del palacio fue muy criticada”. ¿Estás de acuerdo con la valoración que hace del arqueólogo? Justifica tu respuesta.
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