El paraíso pide socorro

El paraíso pide socorro 

La República de Maldivas quiere comprar otras tierras por si se hunde con el cambio climático 

JOSEBA ELOLA 23/11/2008  

La  cima  de  las  islas  Maldivas  es  un  pelín  más  alta que  Gasol:  2,3  metros  de  altura, quince centímetros más que el superpívot español de la NBA. Un dato que hace de ella un paraíso sin par, planicies de arena de nácar y cristalinas aguas turquesa, pero que va camino de convertirse en su más terrible condena: la meca del turismo de lujo podría ser engullida por el mar a finales de siglo si las predicciones de la ONU no descarrilan. 

Ante  semejante  panorama,  el  paraíso  pide  socorro.  Y  lo  hace  por  boca  de  su  flamante nuevo presidente de la República, Mohamed Nasheed, el hombre que acaba de terminar con 30 años de dictadura. Aprovechando su gran momento histórico y mediático, en su primera conferencia como presidente, Nasheed hacía la semana pasada su anuncio a la prensa mundial: Maldivas va a constituir un fondo con los jugosos ingresos del turismo para  comprar  territorio.  Buscará  tierra  más  firme. Sri  Lanka,  India  y  Australia  son  los candidatos. El paraíso se ve obligado a prever una mudanza. 

Nasheed tiene 41 años y muchas ganas de cambiar las cosas. Su lema no ha sido el Yes we can de Obama, pero en su pequeño país, de 309.575 habitantes, ha protagonizado un vuelco  histórico.  En  las  primeras  elecciones  multipartidistas  de  la  historia  de  la República,  ha  conseguido  derrotar  a  Maumoon  Abdul  Gayoom,  el  dictador  que  en  23 ocasiones mandó detenerle, el que le recluyó durante año y medio en atolones remotos. Es  el  momento  más  apasionante  de  la  historia  de  este  archipiélago  formado  por  1.192 islotes, la mayor parte deshabitados. 

"Si el mundo ignora las consecuencias del cambio climático, no podremos seguir siendo una  nación  en  esta  isla".  Lo  dice,  en  conversación telefónica,  el  ministro  de  Vivienda, Transporte y Medio Ambiente, Mohamed Aslam, correligionario de Nasheed y experto del Maldivian Democratic Party en la cuestión climática. "Esperamos que el mundo nos ayude  para  que  sigamos  siendo  una  nación  en  esta  isla,  esperamos  que  se  recorten  las emisiones  de  gases  efecto  invernadero,  que  el  calentamiento  global  se  detenga".  La llamada  de  socorro  está  basada  en  las  predicciones de  las  Naciones  Unidas  y  en  las secuelas  que  dejó  el tsunami  de  diciembre  de  2004:  82  muertos  y  12.000  desplazados ante olas que apenas se elevaban un metro. "Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que Maldivas es muy vulnerable", confiesa Mohamed Imad, director del Departamento de Planificación Regional. 

Las  islas  ya  sufren  una  lenta  pérdida  de  tierra.  En  113  de  ellas,  la  erosión  se  sitúa  en niveles muy serios. Amjad Abdulla, representante de Maldivas desde hace diez años en la  Convención  sobre  Cambio  Climático,  se  muestra  tajante:  "Es  nuestra  mayor preocupación, está en juego nuestra supervivencia, necesitamos existir". 

A raíz del tsunami se puso en marcha un plan para determinar cuáles son las zonas más seguras del país. Y manos a la obra. Se  cambiaron los requerimientos para toda nueva construcción. Se diseñaron los edificios con plataformas en el techo -"el 80% de la isla está  a  un  metro  de  altura",  recuerda  Imad-.  Se  empezó  a  redistribuir  población:  de hecho, antes de final de año, 6.000 personas evacuarán uno de los atolones con mayor erosión, Raa, para mudarse a Bhuvafaru, un islote que goza de mayor altura. 

La  construcción  de  islas  artificiales  no  se  contempla  como  una  alternativa  real  a  la compra de territorios, dice el ministro Aslam. El impacto en términos medioambientales es fuerte. Así ocurre en Hulu Male, la isla que se creó para solventar los problemas de hacinamiento  en  la  capital  -Malé,  donde  viven  100.000  personas  en  apenas  dos kilómetros cuadrados- ganándole terreno al mar. 

Son 43 las pequeñas islas del mundo que se han aliado para tener una sola voz. Además de Maldivas, Tuvalu, Kiribati y las islas Marshall también luchan ante la ONU para que el calentamiento global no vaya a más, por no quedarse sin tierra. 

Gareth Price, analista del británico Royal Institute of Internacional Affairs, asegura que el anuncio de una posible compra de territorios es un fenómeno nuevo: "Es la primera vez  que  un  país  lo  hace  como  consecuencia  del  cambio  climático",  manifiesta  desde Londres.  Consultado  por  este  periódico,  el  catedrático  de  Relaciones  Internacionales Antonio  Remiro  Brotons  afirma  que  una  compra  de  territorios  es  factible.  "Se  podría hacer mediante tratados internacionales. Resultaría más sencillo si se hace con territorio no habitado". 

La llamada de socorro de Nasheed ha dado la vuelta al mundo. El Dhivehi Rayyithunge Party,  partido  del  ex  dictador  Gayoom  -al  que  no  quedó  otro  remedio  que  convocar elecciones  ante  la  presión  social-,  no  ha  tardado  en  recriminarle  que  así  espanta  a  los turistas: el turismo es el motor de Maldivas, aporta el 33% del producto nacional bruto y el 80% de las reservas en divisas. El nuevo ministro de Exteriores, Ahmed Shaheed, se apresura  a  aclarar  que  las  palabras  del  presidente han  podido  ser  malinterpretadas.  "El presidente  quería  llamar  la  atención  sobre  el  problema,  decir  que  hace  falta  una solución", explica desde su despacho en Malé. "Debemos crear un fondo para la compra de territorios, pero todavía no hay un plan de operaciones. Estamos ante una amenaza a largo plazo". 

Mientras,  en  la  meca  de  las  vacaciones  con  los  pies  siempre  descalzos  y  en  bungalós sobre  el  agua  se  siguen  construyendo  hoteles.  Hay  cerca  de  20  proyectos  para  los próximos  diez  años,  según  cuenta  John  Philipson,  de  los  hoteles  de  lujo  Six  Senses. Puede que el paraíso corra peligro de hundirse, pero todavía no.


1.- ¿En qué país se localiza la noticia? 

2.- ¿Qué catástrofe natural alertó a las autoridades de Maldivas acerca de la vulnerabilidad de las islas?

3.- ¿Cuál es el problema que plantea el artículo y que afecta al archipiélago?

4.- ¿Por qué crees que el autor titula el artículo “El paraíso pide socorro”? 

5.- ¿A qué se refiere el autor del texto con la expresión “ante este panorama” al comienzo del segundo párrafo?

6.- ¿Qué quiere decir la expresión “El paraíso se ve obligado a prever una mudanza”? 

7.- El anterior presidente de Maldivas acusa al actual de “espantar a los turistas”, ¿crees que está ocurriendo esto?

8.- ¿Por qué aparecen algunas oraciones del texto entrecomilladas?

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